Por qué estoy dejando Twitter

A partir de ahora entraré en Twitter una vez cada semana para ‘recoger’ mensajes privados y contestar algunas preguntas que me hagáis. No cerraré la cuenta porque sigue siendo el punto de contacto con miles de personas, pero llegado el tiempo probablemente lo haré, como ya hice con Facebook hace más de un año y acabo de hacer con TikTok (inmediato). Instagram probablemente sea la siguiente en caer. También he borrado la aplicación de Twitter del móvil. Pero, ¿por qué?

teléfono móvil con la pantalla completamente en rojo y el símbolo de Twitter tachado

La primera vez que escuché hablar de las redes sociales me parecieron una idea maravillosa. No es de extrañar, había conocido a mi primera novia por MSN Messenger y buena parte de mi vida la he pasado en chats. A lo largo de los años me abrí docenas de cuentas sin pensar en factores como mi estabilidad mental, aumento de la vulnerabilidad (falta de seguridad) o falta de privacidad personal. Era, y sigo siendo, demasiado cándido. Una década de estudio sobre los problemas derivados de las redes sociales privadas (esas gobernadas por una empresa) me ha hecho algo menos ignorante.

He reunido en una pequeña lista aquellos puntos que considero más importantes para abandonar las redes sociales privadas como Twitter. Sí, soy consciente de que esta red también es privada, estoy buscando un espacio basado en ActivityPub en el que encaje mi contenido.

Por qué dejaré de publicar contenido en Twitter

  1. El trabajo que realizo está orientado a maximizar el beneficio de dueños cuyos objetivos no tienen por qué coincidir con los míos. Uso las redes sociales para generar contenido útil para las personas, pero en el proceso le estoy dando a terceros poderosos más poder. Redes como Facebook o Twitter son valores que ayudaba a engrosar sin recibir compensación. No me interesa mantener este modelo parásito.
  2. En redes sociales privadas tú y los datos que generas tú están siendo recopilados para su comercialización. Estás siendo espiado. Cada publicación que escribes, cada ‘me gusta’ que pulsas, cada retuit, cada vez que señalas ‘no mostrar más de esto’ estás alimentando una batería de algoritmos que aprenden sobre cómo manipularte (más a continuación). En redes sociales privadas el producto eres tú, eres el generador pasivo de un valor del que no te beneficias. Todo lo contrario, te perjudica sobremanera.
  3. Como el objetivo de las redes sociales privadas es extraer valor de tus interacciones, su mecánica busca maximizar el tiempo que pasas dentro de la plataforma en contra de tu salud mental. Para ello, aquellos algoritmos del punto anterior trabajan 24/7 para atraerte a la plataforma, desplegando una artillería cuyo único objetivo es que vuelvas, participes y hagas clic. A ser posible en un botón de compra. Aunque basta con interactuar para darles dinero. Es la archiconocida ‘economía de la atención’: las redes sociales privadas la venden. No me interesa ser parte. Y probablemente a ti tampoco.
  4. En los últimos años, los algoritmos que buscan atraparte en su red han descubierto mediante iteración que hay cierto tipo de contenido jugoso para nuestro cerebro. El conflicto y el drama nos atrae, así que estas plataformas han dado voz a redes de bots que agitan el avispero para que interactúes y hagas algo, probablemente indignado. La falta de moderación de las redes privadas es cada vez más obvia, pero es que no les interesa moderar, les interesa que caigas una y otra vez en interacciones que deterioran tu mente. Los problemas mentales derivados o exacerbados por el uso de estas plataformas está muy estudiado en el mundo académico, aunque trasciende poco. Buena parte del uso que le daba a Twitter consistía en discutir con bots (o personas que se comportan como tales).
  5. El clima de la red del pajarito lleva tiempo en decadencia, por varios motivos. El auge de los trolls y bots es uno de ellos. Sin moderación, el ruido aumenta. Pero, además, se da que muchas personas de interés han cerrado su cuenta allí por no poder más, aumentando con ello la ratio de bots/personas y haciendo más densa la experiencia. Me temo que contribuiré a ello con mi silencio.
  6. Recientemente he descubierto que Twitter silenciaba cuentas de interés para mí a las que sigo y a las que jamás hubiese silenciado o bloqueado, y que me he perdido conversaciones al respecto o he dado la impresión a quien lleva esas cuentas de persona despreocupada. Hasta donde tengo entendido, la red no debería hacer eso, pero ya adelanto que es algo relativamente extendido. Decide por ti qué ver y qué no ver, con quién hablar y a quién no hablar. Paso.

Os animo a buscar alternativas más saludables como Mastodon. Mi cuenta allí es @euklidiadas en red.niboe.info. En esta página web podéis buscar servidores donde alojar vuestra cuenta (y desde la que podréis seguir a cualquier otro usuario de cualquier otra instancia). El servidor es solo la caja donde tener la cuenta.

Este texto tiene licencia CC BY-SA 4.0 (Reconocimiento-Compartir Igual 4.0 Internacional). Cita con URL necesaria.

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