📰 Me pongo periodístico para lanzar una advertencia: cuidado, activista urbano, si sigues actuando amparado en la ilegalidad. Poner multas falsas es ilegal a todas luces.
Los hechos
El pasado sábado 10 de diciembre de 2022, el Ayuntamiento de Madrid advertía de falsas multas «colocadas en los parabrisas de algunos vehículos en la capital», en concreto en el barrio de Carabanchel, precisamente un barrio relativamente activo en materia de activismo climático y recuperación urbana para las personas. De momento, estas eran multas falsas y, por tanto, «falsedad documental» y «fraude», pero no timos ni estafas. No hay dinero de por medio, que se sepa.
Estos documentos no válidos colocados por una persona o grupos de personas no tenían ningún tipo de efectividad. Ni cumplían los estándares de los boletines de denuncia de la Policía Municipal ni recaudaba dinero. Desde la Policía Municipal señalan que esta «fotocopia fraudulenta», «que simulan ser sanciones de tráfico», no llevaban a ninguna web de cobro ilegal.
De hecho, aquellas personas que han escaneado los QR han aterrizado en la web oficial de pago de sanciones del Ayuntamiento de Madrid. Ni se les ha cobrado nada ni podría haber ocurrido. A pesar de ser un fraude, no es un timo («quitar con engaño», generalmente dinero) y tampoco es una estafa («con engaño y artificios»).
«Hasta ahora el engaño no ha supuesto perjuicio económico para ningún ciudadano», dicen desde El Diario, y desde ABC confirman que la Policía señala que el receptor no puede realizar ningún abono. Por cierto, Policía y Ayuntamiento desaconsejan escanear nada, los boletines oficiales no llevan QR. Entonces, ¿por qué tanto revuelo?
Las hipótesis: ¿broma o activismo?
Hasta la fecha se han descubierto 80 falsos boletines en el barrio de Carabanchel, desconociéndose si se ha extendido a otros barrios, y no se sabe el motivo por el cual se han puesto.
¿Es una especie de broma? Esto es justo lo que pensó hace meses un vecino de Valladolid cuando se encontró con sus ruedas desinfladas y su SUV ‘desarmado’, en palabras de The Tyre Extinguishers. Aquello fue tratado por la policía como una gamberrada, pero esto es diferente, tal y como se verá en el último apartado. Esto es bastante grave.
¿Es entonces activismo de recuperación urbana? En ‘Recuperar la Ciudad. Guía para la ciudadanía con 40 ideas para una recuperación urbana‘ se dieron muchos ejemplos de acciones legales y no violentas para recuperar espacio urbano. Sin embargo, de ser activismo, el empapelado de coches con multas falsas es claramente ilegal y, aunque sea no violento, resulta conflictivo.
¿Podría ser algún tipo de robo de datos? La policía está investigando si las multas falseadas buscan “apropiación de datos personales” y desde ABC explican que se baraja «que al escanearlos los estafadores se pudieran apropiar de información privada de los ciudadanos que se topen con estas falsas sanciones». Los servicios informáticos del Ayuntamiento de Madrid trabajan en esta hipótesis no confirmada.
Cómo evitar ser víctima de este fraude
Hasta la fecha no han trascendido el motivo por el que estos falsos documentos han sido colocados, aunque pareciera que la Policía Nacional tuviese alguna sospecha hacia el activismo urbano mal enfocado. En su tuit oficial informando sobre los hechos puntualiza «sigue respetando las normas de circulación«.
Parece probable que quien las haya puesto haya querido emular el movimiento de llamadas ciudadanas a la policía cuando un vehículo se sube a la acera, pero que se haya pasado de vuelta y haya entrado en el ámbito de lo ilegal. De ser el caso y los responsables leen esto: cuidado, deja de hacerlo así y vete al seguro terreno legal, que te puedes hundir.
Cuidado, activista urbano
Por el motivo que sea, la persona o grupo de personas que lo hayan hecho podrían estar en un jaleo legal. Desde el ayuntamiento dicen ya están preparando “Toda la documentación para dar traslado a la Fiscalía por si se ha podido producir un delito” al suplantar el logo del Ayuntamiento en la estafa.
Pero cuidado, porque ese hipotético oculta un delito reconocido en el Código Penal y bastante serio:
El Artículo 402 del Código Penal en su Capítulo V ‘De la usurpación de funciones públicas y el intrusismo’: «El que ilegítimamente ejerciere actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años».
Cuidado, activista urbano. Si lo que buscas/buscáis es evitar que los vehículos invadan espacios propios de los peatones, tenéis a vuestra disposición el teléfono de la Policía de Movilidad, quienes se encargarán de expedir los boletines de denuncia cuando corresponda. Delgada línea separa el activismo legal del ilegal, y conviene no cruzarla.
Este texto tiene licencia CC BY-SA 4.0 (Reconocimiento-Compartir Igual 4.0 Internacional). Cita con URL necesaria.